Datos personales
- Amigo
- Nací una estruendosa noche de noviembre, según mi madre. Tal vez por eso fui un niño feliz: aquella noche no había luna, tronaba, pero ella me enseñó a amar cualquier cosa que formara parte de nuestra existencia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios:
Te vengo sigiendo y la verda no t entiendo. Tu eres asi o te lo haces?
¿Y tú? ¿Cómo eres? ¿Analfabeto o te lo haces? (Que Dios me perdone).
Escribo rapido eso es lo q pasa. porque no hay q ser shekspire para escribir en tu blog que deja mucho que desear.
¡Oh, Señor (y perdóname de nuevo la actitud burlona hacia una criatura tan humana como yo) ayúdame a descifar el mensaje del pertinaz visitante! Amén.
Querido amigo, a mí me parece estupendo que te dirijas a Dios de continuo. Yo lo hago a veces también, es una forma confortadora de recordarme su presencia constante y amiga en mi vida. Pero se me ocurren dos cosas sobre tu personal modo de hacerlo:
- La primera: ¿por qué no lo haces en privado? No solo no hay ninguna necesidad de que escribas tus invocaciones a Dios en estos comentarios (me refiero al "que Dios me perdone", "Y perdóname de nuevo..."), etc, sino que, al hacerlo, haces antipático a Dios para tu interlocutor -me imagino que es el efecto contrario al que pretendes conseguir- y te haces antipático tú mismo. Por muy sinceramente que lo hagas, suena hipócrita, santurrón y falso. No se alardea de la propia fe, -menos aún ante quien no sabes si la comparte- ni se restriega a Dios por las narices del prójimo. Con ello no ayudas nada ni a Dios, ni al prójimo ni a tí, y sí creo, en cambio, que perjudicas bastante a todos, pero especialmente a tí. Es admirable que no dudes en perjudicarte y que arrostres el ridículo, pero no si es a cambio de nada. En el fondo da la impresión de que saques alguna clase de satisfacción enfermiza, masoquista y, paradójicamente, soberbia, del desprecio que inevitablemente acarreas sobre tí con unas invocaciones a Dios tan extemporáneas y contraproducentes.
- Si las cosas que dices te hacen pedir perdón a Dios acto seguido, no las digas. O te parecen bien, y entonces no hay por qué pedir perdón, o te parecen mal, y entonces no hay por qué decirlas. En una relación oral e inmediata uno puede dejarse llevar por un mal impulso y decir algo de lo que acto seguido se arrepiente. Ahí sí puede venir a cuento que digas algo por lo que inmediatamente creas necesario pedirle perdón a Dios. Pero aquí estamos escribiendo, podemos releer, y no apretamos el botón de enviar hasta que estamos seguros de que hemos escrito exactamente lo que queremos escribir. El arrepentimiento no solo "suena" falso, sino que lo es con toda evidencia. Si de veras te arrepintieras de lo que has dicho, como parece indicar tu petición de perdón, nada más fácil que no enviarlo. Pero si lo has mandado, petición de perdón incluida, es porque lo querías mandar, y queda claro que el "que Dios me perdone" es pura retórica, y de la peor; de la "beata". En este post te quejas de los beatos y dices no serlo. No sé a qué llamas beato, pero yo uso esa palabra para calificar a los que usan a Dios como una pantalla frente al mundo, y con Él agreden, se defienden, se esconden y se justifican. Aunque no sea tu intención, esa es exactamente la imagen que das, y con ella consigues todo lo contrario de lo que expresamente pretendes, que es ayudar a tus lectores a encontrar a Dios. Lo escondes, lo alejas y lo usas como arma, lo peor que se puede hacer con Él.
Vuelvo a pedirte excusas, muy sinceras, si estos sermoncillos míos te molestan o te ofenden; si es así, me gustaría que me lo dijeras con toda sinceridad para no insistir. Pero creo que tienes una excelente intención francamente mal encaminada, y me gustaría, perdona si suena petulante, ayudarte a que tu religiosidad fuera un poco más alegre, más natural, menos "a la defensiva" frente al mundo y más capaz de transmitir el rostro amoroso de Dios, y no esa ausencia ceñuda y gris que, sinceramente, a mi me trasluce de tus escritos.
Un saludo cordial con mis mejores deseos.
Oye Javier, y si el blog deja que desear ¿para qué entras en él y te tomas la molestia de escribir de ese modo tan analfabeto?
Por otra parte estoy de acuerdo con Júbilo, si da motivos para burlarte de Javier, hazlo sin remordimientos. Y si no te parece bien burlarte, no te burles, pero déjate de retóricas, porque da la impresión de que no hablas en serio, la verdad.
Publicar un comentario