Datos personales
- Amigo
- Nací una estruendosa noche de noviembre, según mi madre. Tal vez por eso fui un niño feliz: aquella noche no había luna, tronaba, pero ella me enseñó a amar cualquier cosa que formara parte de nuestra existencia.
lunes, 1 de diciembre de 2008
Inquietante atracción
Hace tiempo mi televisión sintonizaba a un telepredicador barbudo, un evangélico. Tenía una voz ronca y unos gestos exagerados. Hablaba de Dios con una seguridad atractiva. Hablaba del diablo de la misma manera. Me inquietaba su presencia en la pantalla, me atraía. TÚ me atraes, pero no me inquietas. ¿O sí me inquietas?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario